El MUN inaugura la exposición '39 décimos', en la que se muestra por primera vez su cuarto décimo, conjunto de piezas realizada para el MUN

Artista inclasificable, pintor, grabador, escultor, cineasta, instalador, excelso dibujante, pionero en el uso de la tecnología en el arte, hombre bueno, alegre, generoso y paciente, gran cocinero, apasionado por la poesía y el flamenco y de una curiosidad inagotable. Estas son algunas de las cualidades que definen a José Luis Alexanco (Madrid, 1942-2021), autor de Treinta y nueve décimos, la exposición que este lunes inaugura la sala LaCaixa del Museo Universidad de Navarra y que podrá visitarse hasta el próximo 26 de marzo. En su presentación a los medios han estado presentes Valentín Vallhonart y Rafael Levenfeld, directores artísticos del Museo y comisarios de la muestra; Nieves González, viuda del artista; el artista Sergi Aguilar y la matemática Capi Corrales, ambos amigos del artista; y el músico José Tejera Osuna.

            La muestra, un homenaje al artista, exhibe por primera vez su Cuatro Décimo, obra que realizó para el proyecto de residencia artística Tender Puentes del Museo y en el que estaba trabajando cuando falleció en 2021. Es la primera vez que el público podrá contemplar juntos sus cuatro Décimos, junto a pinturas y dibujos que ayudan a modo de obertura a esta magna obra. Así, 39 décimos, que se concibe como una síntesis de su ser artístico y no como una muestra antológica, se articula en torno a los principales aspectos del proceso de trabajo del artista entre 1964 y 2021.

            “Alexanco aceptó la invitación del Museo para comenzar un proyecto nuevo que pudiera estar enmarcado en nuestras residencias, que le permitiera abrir un proceso artístico y ponerlo al alcance de los distintos públicos. Para ello, contábamos con su presencia, voluntad y disposición y con la ilusión que suponía para él volver a Pamplona y celebrar su 80 cumpleaños con nosotros en el año del 50 aniversario de los Encuentros de Pamplona del 72, de los que él fue responsable con Luis de Pablo”, rememora Vallhonrat. Sin embargo, durante ese proceso creativo, el artista falleció, la pieza quedó inacabada y el Museo se planteó la cancelación del proyecto. “Recibimos el inmediato apoyo de la familia del artista. Pese al duelo, ellos eran testigos de la ilusión, trabajo y estado en el que estaba la pieza. Sus amigos cercanos, en medio del dolor que suponía su pérdida, también sabían de la importancia del proyecto, que pasó de contar con la presencia y palabra del artista a ser un proyecto curatorial con un espíritu coral”.

Ahora, puede verse por primera vez esta pieza, unida a los otros tres murales de la serie Los Décimos, que el artista inició en 1976: “Se trata de 48 años de trabajo. La exposición recoge también los antecedentes y origen de la obra de Alexanco, con un primer dibujo de 1964, y las piezas que permiten seguir su evolución”. 

Con el cuarto Décimo, se ofrece al visitante una perspectiva de su proceso creativo, ya que cada una de las piezas se encuentra en un estadio de terminación diferente mostrando de este modo el proceso de trabajo del artista en su creación. Para su realización, Alexanco partía de una primera impresión, habitualmente un dibujo escaneado sin importar su resolución, ya que la pieza iba adquiriendo definición y líneas precisas a través de las distintas capas que se añadían en la composición. Recortes, tramas, dibujos, pintura..., capas que se acoplan hasta adquirir su aspecto final.

“Es una posibilidad poco usual: acercarnos la obra más reciente del artista para ir hacia atrás en el tiempo para acceder a su sabiduría y conocimiento, a la evolución de su lenguaje, a comprender la riqueza de los recursos a través de la observación, del encuentro con los detalles, a tener que movernos para poder ver las piezas en su totalidad”, explica el comisario. En este sentido, apunta que “los Décimos, piezas panorámicas de quince metros de ancho, nos obligan a caminar, a acercarnos y alejarnos. Nos invitan a pensar, sentir, ver, a ser activos y no espectadores pasivos”.

La sala de proyección, Percursum, una gran pieza fílmica y sonora con música de José Tejera Osuna, funciona, a su vez, como un compendio de su trayectoria. “En sí, es una obra total, una película que penetra en la obra de Alexanco. Sucede en el interior de su pintura, de su dibujo, de sus esculturas, e incluye movimiento, tiempo, ritmo y música. La música que está presente como una partitura en toda la obra de Alexanco. El ritmo y cadencia que marcan sus Décimos y que nos invitan a encontrar resonancias y ritmos internos, en Percursum se hacen visibles y audibles”, detalla. El guion de la película es del propio Alexanco, la música y el montaje de José Tejera; y el movimiento, ritmo, narrativa, tiempos, música y las voces son de Dora Tisserand y Mai Aftah al Bouny.

            39 décimos recoge el espíritu inquieto de un artista a quien siempre le atrajo más el proceso que el resultado, la infinita capacidad de transformación de ideas, creación, datos y materia.